lunes, 26 de septiembre de 2016

ADMINISTRACIÓN Y TRABAJO SOCIAL: 

La profesión de Trabajo Social se ha orientado a ser, entre otras cosas, un potencial administrador del Bienestar Social. Entendiendo por este, a un profesional con capacidad y habilidad para coordinar recursos y esfuerzos y acercar a la sociedad, los factores de desarrollo que le permitan elevar sus niveles de vida. Es por ello que la administración, así sin apellidos, le proporciona al Trabajador Social en su formación académica, los instrumentos técnicos, sistemas y elementos que le capacitan para hacer de esta actividad interdisciplinaria, una herramienta adecuada para fortalecer su vocación de servicio y de apoyo a la sociedad. 

Se ha dicho que el objeto de la administración es la sociedad y en el caso de esta disciplina social es el ser humano, así entre ambas se coordinan y se complementan para mejor servir a la superación de los individuos y de los organismos a los que sirven. 

DEFINICIONES 

 "La administración es un proceso mediante el cual se busca llegar al cumplimiento de ciertas metas y objetivos con eficiencia y con eficacia en la aplicación de políticas, en dicho proceso se planean las funciones de cada individuo y se coordinan los recursos humanos, financieros y tecnológicos para lograr y alcanzar el beneficio social previsto." George Terry (1764-1838)

"La administración puede definirse como un instrumento a través del cual el Trabajador Social utilizando racionalmente técnicas y recursos puede ayudar a que los individuos y la comunidad reciban los beneficios del bienestar social" Henry Fayol (1841-1925)

"Es un proceso social que lleva consigo la responsabilidad de planear y regular en forma eficiente las operaciones de un organismo para lograr un propósito dado" George Elton Mayo (1880-1949)

CARACTERÍSTICAS 

La mayoría de los autores coincide en que la administración es fundamentalmente universal, quiere esto decir que es posible aplicarla y encontrarla en cualquier organismo social, pudiendo este ser de carácter publico, privado o social.
Otra cualidad es su carácter específico. El diccionario de la lengua española tiene dos acepciones para el concepto de especificidad: 1. Cualidad y condición de lo que es propio o característico de una especie o tipo y 2.: Adecuación de una cosa al uso para el cual se destina. (5) Ambas definiciones son perfectamente aplicables a la administración ya que aunque esta se comparta con otros elementos en la organización como el contable, económico, jurídico y hasta político, el fenómeno administrativo es específico y distinto a los demás.  

La administración es también continua. No es intermitente, quiere esto decir, que aunque se cumpla a través de un proceso, no se interrumpe cuando sus etapas se van sucediendo, sino que a la manera de diversos engranajes, todos están en constante movimiento por lo que no es posible determinar cuando finaliza una etapa o en que momento se inicia la siguiente. Es permanente, porque desde que se crea una organización hasta que evoluciona o finaliza, se mantiene activa para cumplir con sus normas y ayudar a sus propósitos. También es única, y esto quiere decir, que aunque en la estructura administrativa existan diferentes niveles de responsabilidad y jerarquía, todos los integrantes participan de la misma administración, independientemente de que unos sean directivos y otros ocupen los últimos peldaños de la organización. Otra rasgo que la distingue es que es una herramienta dúctil, Quiere decir que es adaptable o aplicable en todos los casos y en todos los sistemas. Esta característica es la que ha permitido a la iglesia católica, transitar en una administración que independientemente del modo de producción que se haya dado la sociedad, se mantiene como la institución con mayor capacidad de permanencia y adaptabilidad en la historia del mundo. Es también interdisciplinaria, ya que es afín con todas aquellas ciencias o técnicas relacionadas con la eficiencia, eficacia y productividad del ser humano en todas las actividades de servicio y de trabajo. Apoya y es apoyada por ciencias exactas y sociales, y por ello es que es posible señalar que es continua, permanente, única, dúctil, específica y universal.  

EL PROCESO ADMINISTRATIVO

Así, la administración se ha definido como un proceso, en que a través del cumplimiento de sus etapas y fases, se puede convertir en un instrumento a través del cual el administrador -y el Trabajador Social lo es-, puede, utilizando racionalmente técnicas y aplicando ordenadamente recursos, ayudar a que individuos, grupos y comunidad reciban los beneficios del crecimiento, del desarrollo y del bienestar social. Por proceso, se entenderá al continuo inseparable, en que cada etapa está unida a las demás y en donde todas se cumplen de manera simultánea. Es un conjunto de fases sucesivas que conducen a la obtención de resultados sociales determinados. Hay diversidad de procesos en las distintas áreas científicas y tecnológicas, pero la administración es especial, se trata de un proceso social que permite una diferenciación concreta y que se puede expresar de la manera siguiente: ‘ Es el proceso social que permite diseñar y aplicar políticas, planear las funciones y coordinar los recursos, para que cualquier organismo, alcance con eficiencia y eficacia, los resultados previstos’. Derivado de lo anterior, la administración se realiza a través de un proceso social permanente y dinámico conocido como Proceso Administrativo. Diversos autores han dividido este proceso en diferentes y múltiples etapas, que van desde 3 hasta 6 elementos y cuyos enfoques han tenido que ver con la especialidad del autor, con la época y con el campo de aplicación. El siguiente cuadro muestra algunos autores y sus clasificaciones: 





La American Management Association clasifica al Proceso Administrativo en 3 etapas: planeación, organización y supervisión. George Therry en 4: planeación, organización, ejecución y control. Isaac Guzmán Valdivia en 5: planeación, organización, integración, dirección y control. Agustín Reyes Ponce en 6: previsión, planeación, organización, integración, dirección y control.

En la propuesta que aquí se ofrece, se incluyen otra vez, únicamente 3 etapas:
• PLANEACIÓN
• COORDINACIÓN
 • EVALUACIÓN

PLANEACIÓN

Pero que dentro de sus fases, se comprenden elementos que detallan en su proceso otros autores y que manera integral consolidan el proceso y lo hacen operativo.
La investigación mediante la aplicación del método científico y el análisis social, procura obtener información confiable y relevante para que sirva de sustento al proceso de planeación. La programación consiste en integrar en una unidad básica denominada programa: objetivos, metas, recursos, unidades de medida, costos, lugar, tiempo, unidad responsable y unidad ejecutora. La presupuestación es la acción de presuponer los recursos financieros, ingresos y gastos, que se requieren para alcanzar las metas a los menores costos y con la mayor calidad.

COORDINACIÓN 

Es la acción de dirigir los recursos humanos, utilizar los materiales, aplicar los financieros y apoyarse en los tecnológicos para lograr el cumplimiento de los programas con la máxima eficiencia, eficacia y calidad. Se fundamenta en los siguientes elementos:
• Estructura organizacional
• Aplicación de recursos
• Dirección y motivación
Estructura organizacional. Se refiere a la integración técnica de las relaciones que deben darse entre jerarquías, funciones y responsabilidades. Se representa en gráficas o esquema de organización. Recursos. Estos elementos deben integrarse con suficiencia y oportunidad. El factor humano con conocimientos y capacidad, el financiero con disponibilidad y transparencia y el tecnológico, con mejoría constante y actualización. Técnicas de dirección. Enseñan cómo descubrir capacidades de liderazgo y motivación, para influir en las personas y que convencidas, se esfuercen en el cumplimiento de las metas y en el logro de objetivos.  

EVALUACIÓN 

Es la etapa que da seguimiento a las acciones, valora los resultados obtenidos y corrige las desviaciones e incumplimientos. Es una etapa menos rígida que el control y a la vez que termina el proceso, lo reinicia mejorándolo.
Los elementos en que la evaluación se sustenta son:
 • Establecimiento de normas
• Unidades de medida
• Indicadores de eficiencia
La normatividad se constituye con la serie de leyes, acuerdos, políticas y procedimientos que deben ser aplicados y cumplidos para alcanzar los mejores resultados. Las unidades de medida son los elementos cuantificables que permiten medir en términos de producto, los resultados obtenidos, comparándolos contra los programados. Los indicadores de eficiencia muestran el porcentaje de rendimiento en relación a los insumos y miden la capacidad del 





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